20 de abril de 2014

Actualizando desde Ubuntu 13.10 a 14.04

Tenía la sensación de que la nueva LTS de Ubuntu iba a ser una gran distribución, por como han ido evolucionando las versiones anteriores, y todo lo que se ha dicho acerca de las últimas innovaciones que finalmente se descartaron. Así que, desde que hace apenas 3 días quedó disponible, estaba deseando instalarla.

Pensé en principio en la posibilidad de hacer una instalación limpia, que muchos aconsejan diciendo que resulta más rápido o que se queda más estable. Pero dada mi experiencia positiva con las actualizaciones (en un equipo instalé la 8.04 limpia y la fui actualizando por todas y cada una de las diferentes versiones hasta la 12.10 sin borrar ni formatear nada) finalmente opté por la actualización sobre la 13.10.

Y tras realizarla he de comentar que me ha parecido una de las mejores actualizaciones que he visto llevar a cabo. No sólo no ha surgido ningún imprevisto, sino que ha reconocido perfectamente la configuración especial de mi gráfica híbrida de Nvidia a través de Bumblebee. También ha actualizado bien y automáticamente todos los repositorios, no ha modificado mis preferencias sobre el Dash de Unity, y ha quedado todo perfectamente actualizado y funcionando exactamente como lo tenía.

En definitiva, que aconsejo claramente la opción de dejar actuar al sistema de actualización, que aunque a algunos puede parecer algo lento, en realidad no resulta así, si tenemos en cuenta que tras terminar el equipo queda completamente operativo sin tener que modificar nada, pero absolutamente nada. Para mi eficiencia total.

Ah, y se nota mucho que mejora la estabilidad y la velocidad con respecto a pasadas versiones. En definitiva una gran LTS que se hace querer.

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